Apoyo y ayuda son dos palabras que han estado y están presentes en el ADN de nuestra entidad desde que, hace ya más de veinte años, atendimos a nuestra primera usuaria.
En ese tiempo, dos de los fenómenos que ahora son una realidad incuestionable, comenzaban a despuntar para convertirse, con el paso de los años, en realidades contundentes.
Por una parte, Madrid, junto con Barcelona, se iban perfilando como dos áreas geográficas de alta concentración educativa y formativa. Universidades públicas y privadas, escuelas de negocio y otro tipo de centros formativos, elegían estas ciudades como lugar para ubicar sus instalaciones o campus.
Por la otra, esa concentración y sus consiguientes efectos en la movilidad interna nacional, ejercían unas tensiones sobre el parque de alojamientos temporales disponibles en dichas ciudades con los ya conocidos efectos sobre precios y acceso a los mismos.
Sin duda, esta situación dejaba en desigualdad o inferioridad de oportunidades a determinados colectivos, como el de las familias numerosas, cuyos miembros decidían continuar o iniciar su actividad académica o profesional en la ciudad de Madrid.
Para paliar o reducir estas inferioridades y dentro de los lineamientos marcados por nuestra Política de Responsabilidad Social Corporativa y de apoyo a colectivos específicos, en fechas pasadas se ha firmado un memorándum de entendimiento con la Federación Andaluza de Familias Numerosas y con la Asociación de Familias Numerosas de Sevilla en el que se recogen una serie de ventajas y apoyos para sus miembros.
A pesar de la distancia geográfica, Andalucía, en el curso 2018-2019, nutrió con cerca de 2.180 estudiantes de nuevo ingreso a las universidades madrileñas, siendo con la comunidad de Castilla la Mancha y de Castilla León, las zonas geográficas más dinámicas en términos de movilidad estudiantil interna.