"Vive y estudia" en Madrid. Esa parece ser la opción que muchos estudiantes han elegido en este primer cuatrimestre del año dos mil veintidós. A pesar de las dificultades a las que nos enfrentamos en esta época turbulenta que nos ha tocado vivir, la fuerza que se esconde detrás de tener una experiencia de estudios en el exterior es imparable. Tener la posibilidad de conocer otras culturas, otras formas y modos de vida, otras personas e idiomas, siempre es percibido por los estudiantes como algo único que, sin lugar a dudas, merece un esfuerzo.
Salvo las restricciones a los movimientos impuestas por los gobiernos o por los Estados, el deseo de estudiar fuera continúa intacto a pesar de esta época COVID.
Ya vimos, hace un año, cómo un grupo de estudiantes participantes en los programas de Study Abroad de la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón. Los miembros de ese grupo eran unos más que dignos representantes de ese sentir.
También vimos cómo las instituciones, los programas de Study Abroad y todos aquellos actores involucrados en la educación internacional hicieron grandes esfuerzos para que los estudiantes internacionales accediesen a unas instalaciones seguras y a un entorno libre de COVID.
Por nuestra parte, desde el inicio de la pandemia, establecimos un protocolo sanitario que sobrepasaba ampliamente a las indicaciones proporcionadas por las autoridades sanitarias madrileñas y nacionales. Un protocolo que además de tener en cuenta los aspectos sanitarios y de salud, también tenía en cuenta la necesaria reformulación de las relaciones comerciales o mercantiles, con los estudiantes, con los programas de estudio en el exterior y con las propias universidades.
De esta forma, se adjuntaron y modificaron las políticas de cancelación y se ampliaron los supuestos de aplicación en función del desarrollo de la pandemia. Era necesario añadir a la seguridad sanitaria, seguridad jurídica.
Hoy es el momento de recoger esos frutos. Poco a poco la "normalidad" va retornando a nuestras calles, plazas y aulas. La certeza de llegar a unos alojamientos que cumplen con todas las medidas sanitarias, mantener unas políticas de cancelación que se van ajustando a las diferentes evoluciones de la pandemia, sin duda, están detrás de estas sonrisas que, a pesar de la mascarilla, se dibujan en la cara de nuestros usuarios.
Vive y estudia en Madrid, pero hazlo en alojamientos seguros y a través de empresas de alojamiento para universitarios con reglas claras.
Bienvenidos a Madrid.