- Home
- Alquiler e inversion
- La palabra ‘especular’: historia, malentendidos y su impacto en el debate inmobiliario
El verdadero significado de una palabra que todos usan mal (y su relación con el mercado inmobiliario)
No me canso de agradecer a mi amigo el Marques de Portugalete, como ha influido en mí por el amor a las letras y la lectura.
Es apasionante descubrir como el lenguaje evoluciona, y como las palabras cambian su significado por el uso dado.

Por ejemplo.
“Se suele decir que algo «bizarro» es extraño o fuera de lo común, como lo detalla el «Diccionario del español de México».
Pero «bizarro» no siempre fue algo raro.
Según el diccionario de 1726 recopilado en el «NTLLE», «bizarro» es «generoso, alentado, gallardo, lleno de noble espíritu, lozanía y valor».
Sin embargo, gracias a una de las newsletters que suelo leer (en este caso de Ramón Oliver), hoy he descubierto / recordado, el significado de la palabra Especular.
A continuación extraigo los párrafos que más me han gustado.
“Palabra, pobre, que recoge todas las iras de mucha gente. Ahora bien, si nos vamos a la etimología de la palabra, veremos que especular viene del latín speculari: observar, ponerse al acecho (speculari, palabra derivada de specula: lugar de observación). Una definición totalmente neutra, sin carga alguna.

Convendréis conmigo que esta definición se ajusta más a otras palabras: vigilar, vislumbrar, contemplar, examinar… Y en cambio, lejos de la etimología, el común de los mortales asume que un especulador es alguien que se aprovecha de la coyuntura para sacar el máximo beneficio. Y puesto que mi ámbito son los inmuebles y las inversiones, la extrapolación es fácil: cualquiera que se mire el sector inmobiliario con ganas de invertir en él es un especulador.
Hagamos un paréntesis y permitidme un ejercicio de honestidad. Como trabajadores, ya sea asalariados, autónomos, emprendedores… siempre intentamos sacar el máximo provecho de nuestros recursos. En el ámbito laboral son estos: tiempo y capacidades. Siempre buscamos el escenario que mejor resultado da a la fórmula que combina retribución, flexibilidad, trabajo en sí, satisfacción personal, expectativas, etc. (cada uno tiene su fórmula, lógicamente). Y como ahorradores, siempre tratamos de sacar el máximo provecho de los cuatro duros que podamos tener en función del riesgo, rentabilidad, plazos, etc. (aquí cada cual también aplica su fórmula). Todo ello, trabajadores o ahorradores, siempre amparados por el marco legal que nos rodea… si es que no queremos pasar por Can Brians.”
“Como nosotros, las empresas del sector inmobiliario (bueno, de todos los sectores) siempre tratan de sacar máximo provecho de sus recursos: básicamente, el dinero invertido. De no ser así, no las llamaríamos empresas, sino ONGs.”
Si la iniciativa privada no resuelve el problema de la vivienda, quizás es necesario que la administración pública se ponga las pilas
¡Cuidado, sin embargo, que para tratar de limitarles los beneficios no se acaben pegando un tiro al pie! Muchos de los pasos dados para limitar ganancias de los propietarios inmobiliarios (desde los grandes fondos hasta los pequeños ahorradores poseedores de pisos sueltos) tienen derivadas no deseadas. Veamos un par de ejemplos. Puede ocurrir (de hecho, ocurre) que tener que destinar un 30% a viviendas de protección oficial de la oferta resultado de cualquier reforma u obra nueva en Barcelona no satisfaga los intereses de los promotores/constructores. Nos puede dar mucha rabia, pero, evidentemente, no podemos obligar a estas empresas a abordar estos proyectos si no les encajan.
El otro ejemplo lo encontramos en la reducción de la oferta de pisos de alquiler. Si un propietario (de nuevo, desde los grandes fondos con cientos de pisos hasta la gente que solo tiene uno) ve limitada la expectativa de alquiler, puede ocurrir (de hecho, ocurre) que decida poner el piso o los pisos a la venta. Habréis visto/leído que últimamente se formalizan muchas más hipotecas que en ejercicios anteriores. Seguro que la contención del euríbor facilita este panorama, pero sería ingenuo no pensar que en estos momentos hay más oferta en el mercado de compraventa por lo que apuntaba antes, por el hecho de que hay mucha gente que decide vender sus pisos.
Existe también una especulación activa: la de aprovechar políticamente el malestar que supone la dificultad de acceso a la vivienda, señalando determinados colectivos cuando la propia administración es corresponsable del desaguisado.
Si quieres conocer más palabras que han evolucionado más sorprendentemente, descúbrelas aquí.



